Telegrama de un año que esta por acabar… (breve resumen y paranoias varias)

Un año lleno de cambios, días laberínticos, momentos estilo boa constrictor, otros sabor a menta con mandarina, un año en el que ni encontré ni tuve tiempo para pensar en buscar el equilibrio… a veces intentando no respirar para no ahogarme.

Ciudades nostálgicas, salas de espera mortuorias, pueblos en los que me dejaría desaparecer, vagones de todo tipo, carreteras de aún más tipos, cafeterías de aeropuertos con el mítico arco iris en escala de grises, caras nuevas, cuerpos manzana (algunos para pecar y repetir), una madre enferma por dentro que lo exterioriza socialmente a veces, miradas de gente incógnita (al menos por ahora), conversaciones paralelas de vidas cruzadas……… también despedidas (muchas) y bienvenidas (también muchas).

Un año de “encantada de conocerte” y de “ojalá no lo hubiera hecho”, reencuentros con un pasado muy presente, y un presente que ansio hágase pasado, sin caminos, sin pasos, sin huellas… y muy rápido, tanto que deseo no haya pasado, personas por las que te hubieras amputado cualquier arteria del cuerpo, y por las que ahora, no darías ni la mirada para verlas, DESILUSIONes teñida de rubia, móviles perdidos, números robados, no tantos como besos; de maleta a mochila de montaña, de locuras a más locuras, de “que la den” a “la necesito para respirar”, de beber para olvidar y reconocer que cuanto más borracha estás más la recuerdas, y tu subconsciente reza porque no tengas saldo en el móvil o vayas en tal estado que no atines a ver las teclas de este, para evitar que tu inconsciente vuelva a hacer de las suyas y dejarte como una enferma mental, una gilipollas sin cuidado… una imbécil inseguramente dependiente más, que no sabe nadar, o salir a flote como la buena mierda, en los innumerables tsunamis de recuerdos que sufre tan rápido cómo vasos vacía.

Entre eso, que las navidades no son mi fuerte en los últimos años, que si no saliera de casa ni me enteraría de estas fiestas pacíficas, entre vivos muertos, consumistas y de hipocresía social a tope… entre que es un año lleno de cambios, de idas y venidas, y me voy para otro lado… por todo esto, más, y lo anterior, estos días bajaré la persiana, echaré la llave, brindaré con agua mientras hago maratón de series al estilo Futurama, South Park, Ghost in the shell, etc. cualquier serie que me lleve a mi realidad, volveré a ser “menor” de edad.



p.d. mi infancia aún sigue… y lo mejor, es que no sé cuando se acabará.