Haciéndole honor a mi pecado favorito…

Menos mal que mañana me marcho para pasar unos, más, fríos días en el norte, a ver si se me congela la mala ostia y luego se evapora con el calor de un polvo, porque vaya tela, otra vez he madrugado (que no es que me importe, pero llevo dos noches soñando tan profundo que me estoy preocupando porque luego me paso todo el día con un cansancio símil a después de dos horas de Indoor Walking). La mañana sigue, con mi madre, que un día se sale de la carretera por ir tan “folladísima” cada vez que vamos al hospital, no importa que nos levantemos 3 horas antes, saldremos con la hora pegada… igualmente. Una vez allí, ella, super nerviosa, yo, intentando concentrarme en leer “Hacia rutas salvajes” (hay muchas cosas que me joden, pero una, es repetir la misma hoja tres o cuatro veces porque no me entero de lo que estoy leyendo), entramos a consulta y no le pueden dar la quimio porque tiene las defensas bajas, unas inyecciones para ello y regresad la semana siguiente… menos mal que he entrado con ella, porque los nervios sumados a la negatividad, que la precede, la estaban anulando cualquier tipo de atención y todo, cosa que no logro entender, en fin. Salimos del hospital y de camino al Hipermercado, conduciendo yo, me estaba poniendo atacada, en el hospital pasé, respiraba, a la vez que intentaba relajar los músculos de la espalda y fijaba la mirada al libro, pero en el coche… a tomar por culo la paciencia. Primero, no se aclaraba por donde tenía que dirigirme, la calle, el cruce o lo que fuese, y todo a última hora (míticos volantazos…. o estar paradas en un semáforo en rojo, y darte cuenta que por ahí no es, que póngase usted en el otro carril porque no viene ningún coche, “mamá que sí que viene”, bueno pues que se espere…… pfffff), y lo dicho, mi ira no podía más y salió. Claro está, mi madre no calló, de hecho se lanzó en plancha al victimismo y a la generalización de “hay que ver como estás, vaya genio, con todo el mundo te pasa igual, y encima conduzco mejor que tú (ja!), que mira como coges las curvas, luego se te cala el coche…….” todo esto, y más, desde una rotonda hasta que he aparcado el coche en el parking del Hiper, callada como una puta, excepto el inciso que hice de “tú que no sabes dirigir, como a quien le quitan los puntos si pasa algo es a mi…y que a la vuelta conducía ella”, me recriminó un portazo que no di, pero suena fuerte porque es un coche viejo y sino la puerta se queda entreabierta. Por lo demás… todo volvió a su cauce, hablando cordiales a la vuelta y fin.

Al llegar a casa, otro nuevo diálogo de voces o como se llame, entre ella y mi abuela, y la recogida de la aceituna y la quimio, y las inyecciones, y su puta madre. Que me he puesto los cascos, y he pensado…..”tranquila, menos mal que mañana te vas”.

Ayer no fui al gimnasio, porque tenía tanto sueño y cansancio, que solo pensar volver a salir de casa me producía dolor de cabeza… para más inri, cerdeé todo y más, dulces Navideños, bombones, butifarras, embutido, pffff… todo el asco, mientras veía capítulos y alguna peli para limpiar el ordenador de inutilidades que me ocupan espacio y me impiden jugar en condiciones a los Sims, jajaja. Total, que hoy fijo que voy, aunque sea para descargarme y cansarme la cabeza, para no pensar… (buah y tengo que hacerlo para ver que me llevo mañana en la mochila).

Concluyendo esta interesante mañana… anoche volvió a dar señales de vida, con un mensaje tipo “estas bien? es que llevo días sin saber de ti”. En ese momento, estuve a punto de contestar alguna de las mías (y más que vas a estar) o no hacerlo, como respuesta de mi indiferencia, pero hice lo “correcto” o lo “normal”, un “estoy viva que no es poco :)”. Es penoso.



p.d. los días no son tan malos, pero ahora entiendo porqué los psicólogos dicen que cuando se siente ira es bueno escribir….. aunque esta mañana le habría roto la punta al bolígrafo.