Se advierte


ADVERTENCIA: El contenido de este blog puede herir la sensibilidad o el equilibrio emocional del lector, el cual se hará cargo de sus propias sensaciones. La creadora de este blog y sus escritos (autobiográficos o no) se reserva sus propios derechos, tanto el del silencio como el de no dar explicaciones.

Después de esto, si se atreve puede empezar a disfrutarlo, sino... hay miles de blogs más esperando que lo haga en ellos.

1/2/11

Corte de digestión


Cuerdas de guitarra enrabiadas como escupitajos de un grupo de chiquillos desde el puente al tren, una voz de botellas rotas, cuerdas vocales rajadas con una zarza arrancada, y vómitos de poemas, arrancados de cualquier cuadernos e ingeridos previamente… en “directo”. Kutxi es demasiado, para este frío, para estas heladas polares y para esta falta de mordiscos en pezones ajenos.

De mientras, me embarro la cara y el pecho lo estezo en estiércol para guardar el poco calor que queda, con la mirada desafiante, fija al frente y el mentón acoplado al esternón, me miro en el espejo, miro más allá de su reflejo, más allá del iris, del nervio ocular, hasta entrar al matadero de ideas que tengo por habitación, edor a putrefacto, sesos estrellados, sueños en llamas, un montón de ceniza en el rincón de la izquierda que una vez fueron fotografías, silueta fetal en las sábanas de un viejo colchón, muchas botellas (y no de Aquarius), huellas de humedad en el suelo, tal vez charcos de lágrimas, secos y llenos de salitre. Me apoyo en una mesa de cristal con polvos dispersos, y miro al techo… cinta aislante blanca dibujando alas inmoladas, suicidadas cual golondrina encerrada en una urna de cristal. Mi escondite…

Llaman al timbre, y regreso aquí, la pasta de dientes está siendo ingerida por el lavabo, como se entere mi abuela de que he vuelto a dejarme el grifo abierto…



p.d. pa’ encontrarme a tu mundo, pa eso ya tengo el mío.

1 comentario:

Noúmena dijo...

El Kutxi el más grande.