Muérdeme las venas
déjame inservible, inútil, inservible,
sírveme a tu antojo
poco hecha o carbonizada
hazme en temporada o durante todo el año.
Pellízcame los sesos
y erízame cada parte de mi cuerpo
pesadilleame, cuenta que eres mi juguete
y mi sicaria, mi verduga…
ponme a mil cada vez que cerremos los bares
como cuando cierras la puerta de mi habitación
y sueltas un “de aquí no sales”,
estoy de acuerdo
y con el Síndrome de Estocolmo me dejo llevar
me deshago como si tus dedos tuvieran ácido sulfúrico.
Sé que te gusta Disney, lo dulce y sus algodones
alguna vez imagino mil formas de cuidarte
aunque no te haga falta, perdona, mimarte
perdona, esto tampoco debería haberlo pensado…
irreconocible, por no decir,
basta ya, ni me mires…
que cabañas de ramas se destruyan por un oleaje desprevenido
no es muy buena señal… pero ahí voy, nadando
y retando a esas olas.
p.d. sin más…
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