Me monda, y yo me dejo,
me echa de menos,
y no me quejo,
hemos pasado cincuenta y cinco horas
exprimiéndonos los segundos (que son primeros)
en miradas de cariño y gemidos mudos…
Me desgaja sin miedo o con él
al menos lo disimula demasiado bien…
Me revienta los esquemas y me desordena los olores
me besa y me gusta estar en el sur,
en su Sur, sin querer buscar mi Norte (creo que está sobrevalorado),
y ella cree que solo es ropa lo que echo fuera de la cama cuando se cuela entre mis piernas.
Me llena, es luna, y es Bella,
yo incompleta, creciente y ex-mujeriega…
tenemos duelos de palabras,
de “guapas”, argumentando cada una su versión,
intentando convencernos, que la otra lo es más…
Imagino que estas cosas pasan normalmente,
mejor escrito… principalmente
y más a su edad, yo, si tuve esos momentos, ni los recuerdo…
mis quince me pillan mucho más lejos que los suyos
pero no quita que sea más niña que ella
(o al menos demostrarlo, a mis veintiséis),
haciendo una croqueta conjunta en una calle empedrada
ser intensamente emocionable viendo una peli de dibus
o simplemente, hacer el “ridi” por irme a la cama berrinchada porque me ha ganado equis veces, a cualquier juego, ya sea de mesa o tecnológico.
En fin, los hechos hablan por sí solos, y si no que se lo pregunten a Los Piratas:
“…mi infancia ha sido tan larga que nunca acaba de terminar…”
p.d. como todo, habrá algún final, no sé cuando llegará, no le espero, ni le quiero, lo único que sé, es que esta cicatriz será muy naranja, tal vez como las fotos en sepia (fotos nostálgicas), tal vez… la eche más de menos que a ninguna, o que a todas juntas…
2 comentarios:
Si que te traen salpicando jugo dulce... Y que esos berrinches logren una explosiva batalla naranja en su cama... Si te han de desgajar, no pongas resistencia jajaja saludos!!
En el amor, e incluso en el sexo, jamás debemos perder ese sentido infantil que tod@s mantenemos a lo largo de los años.
Pues eso, déjate y que se deje :)
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