Con mi congreso de yoes, me tiro a la carretera

Pues no me despierta mi madre a voces a eso de las diez de la mañana, como si fuera a perder algún tren… (y no va con metáfora, pero me lo podría aplicar), estaba durmiendo tan profundo que seguramente soñaba, pero no me acuerdo, simplemente me quedé “¿pero qué pasa?”, “¿que día es hoy?”, “¿a que hora me quedé dormida”, y ya recordé que me tengo que ir para Sevilla en coche (biennnn llegó el día), y me acordé de Patricia, pues sí… me había olvidado de lo de ayer completamente nada más despertarme, pero cogí el móvil y una contestación en fase testamento (en respuesta al que le envíe anoche cuando estaba estrangulando la almohada, erróneo o no, me quedé a gusto), su mensaje era… cuanto menos de doler, de picarme para responder, de que he sido yo la que se lo he hecho pasar muy mal (LOL), y que yo sí que estuve con otras personas mientras estaba con ella (ella y su paranoia)… he pulsado C (porque ese móvil es un Ericsson con más años que el sol) y lo he borrado. Después me he vuelto a tirar en la cama mirando al techo, con una mueca de… ¿pero qué mierda me ha dicho? ¿que lo ha pasado mal? ¿que he estado con otras? (siempre sus frases para despertar mi mala ostia y mi impotencia… es experta en eso), entonces se han levantado mis yoes, cada uno en una parte de la cama, y eso era un campamento de verano, faltaba la hoguera y el desayuno. Uno de ellos tenía la voz de Josechu, mi papi, y todo lo que me dijo ayer por teléfono “no caigas en la trampa, cualquier cosa que te diga, lo hará para hacerte daño… para tenerte ahí y alimentar su ego”, otro “¿quién te dice si cuando ayer te dijo –es amor- no quiso decir otra cosa, pero como es tan bocas le salió eso por joder sin más?”, quise dormir otro poco, aún eran las diez y media…

Pero ya estábamos todos despiertos y no dejaban de hablar, así que los aupe, los guardé y me levanté a ¿desayunar? ¡no! a terminar de hacer las tres maletas, dos mochilas, y dos bolsas (que aún tengo que mirar lo que llevo), pero con tranquilidad, porque el Viernes que viene subo otra vez en el coche para cargarlo de utensilios mayores… lo que viene siendo una semimudanza con todo lo que compré cuando viví en Mallorca, espero que al abrir esas cajas no salgan demasiadas polillas ni polvo, del que te hace estornudar hasta llorar… ya me entendéis.




p.d. Hoy “Un amor sin estrenar”, es la primera canción que escucho, y hoy me sale una sonrisa y una vitalidad, casi parecida a la del concierto… pero aún queda mucho para terminar la fortaleza “con paciencia y con saliva el elefante se la metió a la hormiga”, razón mucha :) en cinco horas……. Sevilla ya esta de fiesta.