IKEAndome

En medio de esta época de transición, con un montón de cajas apiladas en frente de la puerta, dispuestas para que mañana las meta en el contenedor de cartón, la maleta más grande en el maletero del coche, la mountain bike apoyada en el mueble de la “televisión” que mañana me traerá mi casero y mando, mochilas desperdigadas por las sillas y demás pocos muebles… todo lo que puede dar un “estudio-loft”, en el que llevo asentandome dos días, con muchas ganas e ilusión, porque aunque no es para vivir, creo que es ideal para esta “etapa”, un momento de vivir sola, en un lugar que me resulta acogedor, que está relativamente cerca de todo, que tiene un rollito IKEA al que yo le he añadido algo de “hippy”, la pequeña estantería ya está repleta de libros, la mitad de la biblioteca de Ciudad Real… eso me hace recordar que tengo que renovarlos vía internet, porque sino me van a “sancionar” hasta el año que viene, lo veo venir.

Y aunque me da la sensación de no tener tiempo suficiente para nada, mi cabeza no para de agobiar y repasar todo lo que me queda por hacer, y si a eso le sumamos que de las tres cosas que iba hacer hoy… solamente he hecho la cuarta (una extra), que es hacer la “compra”. Porque dividir la factura que tengo que pagar por el fantástico whats app (sin tener tarifa plana en el móvil) es digno de darme una paliza sin compasión, por lo que emitiré la cantidad de euros, jajajaja… no fui al polideportivo a preguntar si hay equipo de fútbol femenino porque me agobié del “tráfico” en este pueblo, de las calles prohibidas, de las iglesias, de la gente de tiendas, y de no saber donde estaba… luego, el Miércoles tengo que subir a Sevilla a sacarme los billetes para irme este “puente” a Madrid, que el sábado actúan Los seis días en Ávila (sí, soy tan triste que voy a subir tres findes seguidos SOLO para ver conciertos de los míos…) por otro lado me hago terapia a mi misma diciendo, pero si no vas a pisar Madrid en sabrá Dios cuanto tiempo… con el tour de ferias que me esperan, y mi hígado queriéndose ir de vacaciones.

A lo que iba, mientras me suena el despertador a las 6 de la mañana, se enciende el ordenador y sonrío pensando en el día que me espera, repito, repaso lo que tengo que hacer, o lo que me queda, y que haré lo que pueda… rescaté el disco “Rodeado de genios”, de Luis Ramiro, evidentemente. No es por ser pesada… pero he encontrado otra de esas canciones que te asustan, porque parece que alguien te observa, te hace una biografía y en lugar de sacarla en un libro del tirón, te la “canta” en diferentes canciones…

“Tu tenías veintitantos, teñida de rubia,
un gato anoréxico, un póster de Rita Hayworth…
un calendario atrasado con días tachados
y una vela encendida al santo patrón
de la decepción, a la virgen de las despedidas…

Y aunque sabes que yo no nací
para ser el hombre de ninguna,
me invitaste a subir a la luna…
”no te encapriches conmigo” dijiste
“y luego no pidas facturas”…
y en un quinto sin ascensor, en un colchón
se disiparon las dudas…
Y pasó lo que pasa en tantas canciones,
que esa noche duró lo que duran las cuatro estaciones…

No pasaron ni tres días..
”¿qué haces esta tarde?” un cine, una copa,
hay excusas que siempre valen
para ocultar que los dos buscamos
lo único que es importante…
“vamos a casa” dijiste “
que el mundo se acaba y se nos hace tarde”…

No me acuerdo ya de la última vez que la vi
en una zona de bares,
creo que estaba más rubia…
iba corriendo desesperada
como huyendo de algo o de alguien,
y yo seguí mi camino intentando olvidar
el nombre de su calle…
Y pasó lo que ocultan tantas canciones, que a veces el amor no dura lo que duran las cuatro estaciones…”


p.d. y entre alguna que otra Yuste, Judas, Steinburg y Solan de cabras, termino las noches aquí… pensando en las 6 de la mañana, y sin que se me quiten esas ganas de despertar, para que llegue pronto el tren a Madrid (aunque por ahora pienso en la “quedada” que hemos hecho para ver al Madrid, ganar mañana para la Champions).