Killer del área

48 horas demasiado vivas, salí el Viernes a las 18.00 horas de casa y he llegado, hoy Domingo, sobre las 19.00, y no recuerdo haber parado de reír, de sonreír, de beber cerveza, de disfrutar, de vivir como un neno, y es que entre el concierto de Rafa Pons, hablar con él, tener los pezones como timbres de castillo durante más de dos horas, borrachera, orgasmos, muchos besos y más bocados, algunas horas dormidas, otra vez al lío, sin ninguna huida, sin ganas de desaparecer por el desague o escapar por la ventana cuando ella iba a por una botella de agua para no morir deshidratadas, horas de charla, abrazadas desnudas en la cama, entre tema y tema nos dejábamos perder entre los dedos… yo me tenía que ir, ella tenía que hacer cosas, yo tenía que pasar por casa, ella me ofreció su ducha, al final, seguimos… comiendo(nos) juntas en un bar cerca de la estación, yo había quedado con Neurótika, ella tenía que ir al centro de compras, pero no se iba… hasta que decidí ni bajar a Utrera, del tirón me fui para seguir de cañas.

Con Neurotika, un chaparrón de última hora, un cubo de ositos de gominola, una pechá infinita de reír, con ella he vivido los primeros Rayos X que me hizo un grupito en el Noveccento, aprovechando que tenía que traspasar ese círculo para desalojar mi vejiga. Nos actualizamos, seguimos riéndonos, hablándonos como si nos conociéramos de media vida, y lo que conocíamos era por nuestros blogs, es decir, INCREIBLE. Me llevó a la calle Betis, que era donde actuaban Raúl Cimas y Julián López de Muchachada Nui… y como aún era pronto para entrar, me metí en un bar al lado de la Sala Boss, para terminar de ver el Madrid mientras me tomaba la X cerveza, perdí el número de las que llevaba. Resultó que la camarera era “íntima” de Raúl y después de estar un rato hablando con ella, contándome de qué se conocían y que es cantaora de flamenco, seguí los últimos minutos del partido, mientras se abre la puerta y entran ellos…. se saludan efusivamente, y yo flipando en arco iris.

El espectáculo, una auténtica pasada, la Sala estaba a reventar, y dejaron el pabellón mucho más alto de lo que yo esperaba (y mira que me encanta Muchachada Nui, aunque mi favorito sea Joaquin Reyes), fue tan devastador, que hasta ella se quedo impactada y emocionada, lo que dio lugar a una de mis tan repetidas frases “lo conseguí, tomaaaaaaaa”, y es que ella no apostaba porque le fuera a causar esa sensación, y apenas sacar alguna que otra risa, cuando solo tardó media hora, para no poder cerrar la boca prácticamente. Después nos arrastramos a la Alameda, yo con un hambre voraz y un cansancio en las piernas de escrito, termine comiendo medio falafel con una Budwaiser en los bancos que hay en frente del Central, nos encontró su compi de piso, y nos quedamos haciendo un poco de tertulia, hasta que decidimos irnos bebiendo la “última” de camino a su casa… de madrugada y esta mañana más de lo mismo, un buenas noches y un buenos días como manda mi religión jajajajaja.

”Me tiene que bajar la regla, fijo que lo hace hoy, porque son tan inteligentes mis ovarios, que no podían fallarme este finde”, dije riéndome entre el sudor y las sábanas - “que payasa y que segura eres ¿no?” … dicho y hecho, justo cuando me dejó en la estación, ahí estaba mi prima vestida de rojo, a lo ninfómana, dispuesta a joderme viva… y vaya que si lo está haciendo.

Y es que después de estar casi toda la semana echando siestas de cuatro horas, incubando una especie de resfriado vago, haciéndome aliada de las naranjas, limones y antigripales, dejándome secuestrar por mi almohada y nórdico, he estado más que “desaparecida”, pero tenía que estar A TOPE para este finde tan imprevisible como deseado. Por lo que mañana, me tendrá la puta de mi prima en cama, junto con la recuperación propia de estas 48 horas.


p.d. …y no me quejo ^.^