Me acaricio las venas con la voz acuchillada de Damien Rice
y solo al sangrar, vierto pétalos al estilo de Lisa Hannigan sobre ellas…
las mujeres…
es lo que tienen,
sirven para todo…

Para morderte la lengua, masticártela, cerrarte la boca y hacer que te la tragues…
o bien abrazarte mientras duermes, despertarse e ir a por un vaso de agua…
solo porque tienes sed, solo porque te deshidratas soñando con alguna de ellas.

Y caminar por el arcén, casi nadie lo entiende,
pasando desapercibida ante la primavera,
pero destapándome el pecho en otoño
con el abrigo de par en par
y la yugular desafiando a cualquier bocado…
simplemente es una estación anaranjada,
arrodillándome para coger a puñados las hojas secas
y olerlas como si fueran mandarinas…


p.d. sí, es de locas, pero lo más loco, es que la cuerda esté a medio metro, con la mano tendida para levantarte, agarrarte con una sonrisa en la boca, y que te lleve a casa para arroparte...