* Porque nunca hay que olvidar el “por qué” de lo que eres ahora,
porque en los cambios de tiempo las cicatrices te saludan,
porque mover el cuello hacia abajo sea un instinto primario para ver lo que me espera entre sus piernas.
Buscando algo que no viene a cuento que no recuerdo en el disco duro, equivocándome de carpeta fui a dar con este grande, porque a pesar de muerto lo sigue siendo, la esencia de los mejores artistas y enormes poetas como él, seguirán haciendo palpitar los tatuajes de mis arterias.
Escucharle es como remirar fotos color sepia, montarte en un vagón que recorre las arrugas de tu cerebro a velocidad crucero, hacer aguas y goteras, como aquellas que me oxidaron las entrañas hace años…
Y es que de todo se aprende, no se puede ir corriendo por ahí, desnuda con el pecho abierto en canal y tu corazón virginal entre los dientes. Porque puede venir cualquier zorra vestida de princesa, con ojos Coca Cola y labios acerezados…. hasta que viene, y cuando te das cuenta, te ha comido el coño, las zapatillas y la aorta.
Entonces una aprende a huir, a desangrarse con Ismael Serrano, a reventarse los ojos con Bukowski, a beberse los culos de los cubatas, a follarse hasta las que no tienen nombre, y a tener un cartel en el pecho de “cerrado por derribo”. Una aprende a ser albañil, electricista, médico, psicóloga, antropóloga, médium, ginecóloga y fontanera, también bebe del agua que se acumula en sus plásticos, en sus trincheras, en las grietas de sus ojos… cucarachas saladas que te recorren la cara sin avisar… y cuando llega el verano te sientes tan, pero tan fuerte por haberte secado a base de “Mi Cielo”, que quieres comerte el mundo, pero este se queda haciendo tapón en el esófago, y se pudre fosilizándose con el recuerdo de ella… quedando solo mierda, que te hace ser lo que eres.
Pero como nada es eterno, ni siquiera la lluvia, al estilo El Cuervo… el día menos contado te chorrean los abrazos, los besos de tostada y mermelada, los mordiscos de niña insegura, los orgasmos sin-vergüenzas, los gemidos con menos aún… y el no-miedo a hacer lo que se puede y se siente en cada momento. Porque hay Julietas y Pandoras que aún creen en Disney, a pesar de que sus príncipes azules destiñen y se cambian a veces de bando.
p.d. enamorada de la tristura, autodefinida como Tristeliz, y ser feliz por ello ^^.
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