Se advierte


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Después de esto, si se atreve puede empezar a disfrutarlo, sino... hay miles de blogs más esperando que lo haga en ellos.

4/1/13

Imparmente, descabalándome


- ¿Recuerdas cuando prometiste llevarme al fin del mundo?

- … y me llamaste loca. – contesté mientras sus dedos se perdían entre mi pelo, descansando mi cabeza en su pecho de niña, una niña que sabe ser mayor dentro de la cama, y cambia sus juguetes por muñecas.

- También me dijiste que no te irías sola cuando te cansaras de latir conmigo, me avisarías para irnos las dos, una por una puerta y la otra por la ventana…

- … preferí saltar, dejándome las llaves en la mesita de noche, pero me olvidé hasta el pantalón y no supe volver. – sonaba Perdón por los bailes, cuando su respiración decidió coger carrerilla al compás de Milanés, y mis ganas de ensordecer los latidos, por lo menos hasta que terminase el último acorde, fueron en aumento.

- Podrías quedarte quieta por esta noche, podrías quedarte a dormir, podrías llenarme la almohada de gemidos, los oídos de sueños y mañana ya veremos.

- No puedo quiero, no sería lo correcto, ni lo mejor, el reloj ha empezado a funcionar desde que decidí caminar con las manos metidas en los bolsillos y mirando el suelo que me sostiene, volar te lo dejé a ti y a tus mariposas, a los aviones y al polvo… estoy en un lugar que no me corresponde, donde debería estar otra persona que esta viniendo, aunque no sabes lo que tardará en llegar, si se ha equivocado de portal, de barrio o incluso de ciudad. Yo solamente te entretengo, sin perder el tiempo y haciéndote la espera más amena… – cambié de “almohada”, porque el oído me empezaba a doler de la música cañerías, sí, estaban goteándole las costillas, mojándome los ojos al escucharla.

- ¿Porque eres así?, no pude entenderte por mucho que te excusé, pero cuando has entrado con la mochila al hombro, los vaqueros rotos, esa gorra que tanto odio por lo bien que complementa y endiosa tu sonrisa de inocente picaresca, supe el motivo de cuando dejé que me griparas el corazón, anestesiando mis miedos a base de besos, jugando a ser alquimista a nivel experto entre polvo y polvo…

- Estudié mientras dormías para enseñarte entrelíneas que hay personas impares, puzzles incompletos e imperfectos, y personas pares que solo se complementan, símiles a un círculo, perfectas…. o eso se dice. Te regalaba 13 rosas, porque 11 esta muy visto y soléis hacerlo para decir la desgastada frase “sé que es una docena, no se me ha olvidado, pero la rosa que falta eres tú”, soy partidaria de los 7 pecados capitales, y de sus virtudes divinas, que también son siete, siete días a la semana echaba de menos tus mejores noches entre mis brazos, y curiosamente en estos dos últimos ejemplos soy par, soy cuatro, soy Ira y soy Jueves, nací en el 86, mes 6, Junio, el día que te besé por primera vez era par, con madrugada impar, y por alguna invisible razón prefiero dar un abrazo a dos besos, poner el volumen de la televisión, del ordenador, del despertador al 23, al 25 o al 55, lo que sea pero impar, como los cinco dedos de mi mano derecha, tres de ellos hicieron excursión en tu cuerpo, por fuera y por dentro… tardé 15 minutos en querer dártelo todo a la primera, a los once segundos de escuchar Marwan, y a tres con Conchita, este 2013 cumpliré 27 un 21, 2+1 donde suelo ser el 1 y aún no me he cansado de cerrar los bares, de llenarme las manos con tetas diferentes, de vaciarme sólo con las que saben apreciarlo, de quedarme en su mismo espacio durante un momento porque lo hace ideal, de quedarme cinco minutos mientras me visto y marcharme si no es así, de apoyar mi cabeza como estoy haciendo ahora para descansar mis ojeras, pero no sentarla, de gastar suela en pueblos y ciudades, bajarme en estaciones diferentes, sonreír porque puedo y me apetece, compartir mordiscos y locuras, ser tan yo y tan libre como pueda, seguir dejándome follar por la tristeza y notando como se suicidan las lágrimas en mi mentón, pero a solas. – me erguí con la intención de vestirme, primero por dentro y por encima la ropa, irme como el que vuelve a casa después de una jornada laboral de hacer horas extras, como si alguien me esperara en casa, sin decirme que estoy desafinada. Abrí la ventana, repitiendo el mismo acto de valentía que hace algún tiempo atrás, me apoyé en el marco de la ventana disponiéndome a saltar…

- No me puedo creer que huyas ahora, ¡y encima por la ventana! – no vi su cara por la ausencia de luz artificial, pero sería la misma que la mía cuando vi Como entrenar a tu dragón y creí que había muerto Desdentao.

- Me marcho por la ventana, por si acaso “ella” ha encontrado tu puerta, y tres serían multitud en este caso… – le eché un último vistazo al mar con marea alta que dejaba en ese cuarto, con media sonrisa salté, sintiéndome un poco Peter Pan, sintiendo la humedad en los huesos, sintiéndola aunque le duela no saberlo.




p.d. el mundo a veces no es un pañuelo, y la luna estaba más llena que nunca, ¿una noche par? para mí seguro que no…



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